La supervisión individual es el lugar para el cuidado del psicoterapeuta. Es un tiempo para crecer, perder, probar, contrastar, aprender, repensar la propia práctica en solitario o acompañado de iguales. Es el espacio en el que volcamos las dudas, los arañazos, las palabras no dichas, la propia locura, los anhelos, las hipótesis fracasadas, los sustos, las pérdidas, los sueños y todo lo jugado en la relación psicoterapéutica.

La relación de supervisión es una relación marcada por la intimidad y la seguridad en la que te acompaño a limpiar todo eso que no te está permitiendo desempeñar tu función con todo tu saber y todo tu amor.

Este trabajo tiene momentos muy difíciles y la supervisión es una de las herramientas que permite atravesarlos.

La supervisión puede ser presencial o online.